El fútbol debe detenerse ante la presencia de racismo.
Esta es la postura global que se adoptó con el “Protocolo contra el Racismo” de la FIFA, acordado por unanimidad en el 74° Congreso de la FIFA en Bangkok. Este protocolo, que introduce un enfoque de tres niveles, es un paso crucial hacia un fútbol más inclusivo y libre de discriminación.
El protocolo funciona de la siguiente manera:
1. Primer Nivel: Interrupción del Partido
Árbitro: Verificará o recibirá información sobre un comportamiento discriminatorio y decidirá si debe interrumpir el partido.
– Jugador afectado: El futbolista que haya sufrido el incidente racista deberá informar al árbitro, al capitán o a un miembro del cuerpo técnico mediante el gesto de incidente racista.
– Responsable de la competición: Este responsable confirmará o recibirá información sobre el incidente y notificará al árbitro sobre la necesidad de interrumpir el partido.
– Se hará un anuncio en el estadio explicando las razones de la interrupción y advirtiendo que, si el comportamiento ofensivo persiste, el partido podría ser suspendido temporalmente.
2. Segundo Nivel: Suspensión Temporal del Partido
– Si el comportamiento ofensivo continúa tras la reanudación, el árbitro suspenderá temporalmente el partido y pedirá a los equipos que regresen a los vestuarios. Durante esta pausa, se realizará otro anuncio público instando a cesar el comportamiento discriminatorio.
3. Tercer Nivel: Suspensión Definitiva del Partido
– Si el comportamiento persiste después de la reanudación, el árbitro podrá suspender el partido de manera definitiva. Esta decisión se tomará únicamente tras consultar con las autoridades y expertos pertinentes, y si se considera seguro proceder de esta manera.
– En este caso, la FIFA y las autoridades competentes llevarán a cabo una investigación y tomarán decisiones sobre posibles sanciones, que pueden incluir la repetición del partido, sanciones económicas y otras medidas disciplinarias.
El protocolo también subraya la importancia de educar a jugadores, entrenadores y aficionados sobre la diversidad y el respeto, y de colaborar con las autoridades locales y federaciones para prevenir incidentes de racismo.
Este enfoque de múltiples etapas está diseñado para abordar eficazmente los problemas de discriminación y garantizar que el fútbol sea un entorno inclusivo y libre de prejuicios.

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